lunes, 27 de julio de 2015

Parte 5: Reconocimiento










Suzanne Lie
South Bay, California, USA.
http://suzanneliephd.blogspot.com






HABLA MYTRA:

“Dónde has estado?”, pregunté ásperamente, quizás para cubrir la intensidad de la emoción que sentí a su toque.

“Tus amigos están preocupados por ti y me enviaron a buscarte”, Dije con una voz suave.

“Cómo sabes que soy a quién buscas?”, replicó ella, con una resonancia en su voz que instantáneamente calmó mi conducta.

“Lo siento, fui muy áspero contigo, Es sólo que he estado buscándote por mucho tiempo. Cómo es que te perdiste, y cómo llegaste hasta aquí?“

“No estoy perdida. Vivo cerca”, dijo ella.

“Vivir?”, Dije, tratando de controlar mis intensas emociones, “ No hay sitio donde vivir por aquí”.

“Sígueme”, dijo ella, “Te mostraré mi hogar”.

Caminó y la seguí, sin cuestionamiento.

Caminamos a través de una casi completa oscuridad, pero nunca dudé. Al seguir su forma extrañamente familiar, me volví más y más encantado con ella.

Quién era ella?  Por qué me sentía como si la conociera?

Nunca había tenido ese sentimiento por nadie en mi vida, y había visto vagamente su rostro.

Caminamos por un buen rato en total silencio, mientras traté de contener mis emociones y ver en la oscuridad.

Las lunas no habían salido aún y el cielo era brumoso, aunque cada paso suyo era seguro, como si ella hubiese hecho éste viaje varias veces.

Mientras tanto, estaba tratando de mantener mi dignidad y no tropezar ni caer.

Yo, quien tomé tanto orgullo en ser un líder, seguí cada uno de sus pasos.

Como puestas por una fuente invisible, las lunas salieron justo en el momento en que llegamos a una enorme roca, y entramos a una pequeña área, llena de flores, plantas, un pequeño estanque, e incluso, rocas planas, que fueron arregladas como sillas.

Cómo movió esas rocas?

Sin embargo, no dije nada. No quise avergonzarme de nuevo hablando duramente.

Obviamente, ella NO estaba perdida, y la juzgué grandemente.

“Se está volviendo frío ahora. Quieres venir adentro?”, dijo ella, como si confiara totalmente en mi.

“Ah, si”, tartamudée, de una forma muy poco digna.

“Déjame encender el fuego, así puedes ver adentro”, dijo, al moverse hacia una colección de rocas, que crearon un pequeño fuego, fuera de la cueva, en un área pequeña y abrigada.

Ella recogió algunas astillas, y lo que parecía musgo, golpeó una piedra, contra otra, y al instante, una pequeña flama encendió la leña.

Ella había encendido el fuego, obviamente, muchas veces.

Entonces tomó, lo que parecía una rejilla, y la colocó sobre las rocas, “Haré algo de té para calentarnos”, Dijo en tono fácil.

“Tienes té?”, dije, de una manera ruda y sorprendida.

“Oh si”, dijo ella, al guiarme en la cueva, adonde había visto algunas hierbas, colgadas boca arriba para secar.

“Dónde encontraste esto?”, Pregunté, nuevamente con una voz que era demasiado sorprendida.

Ella ignoró mi conducta ruda y se volvió hacia mi para responder.

Sin embargo, cuando nuestros ojos se encontraron en la luz parpadeante, ninguno de los dos pudo hablar, por lo que pareció ser eterno.

Fue ella quien habló primero.

“Te conozco”, dijo, sin ninguna vergüenza.

“Si”, Fue todo lo que pude decir, La conocía, pero también sabía que nunca la había conocido.

Se dio vuelta de nuevo y eligió algunas hierbas, las quebró, las puso en una pequeña vasija de metal.

La llenó con agua del arroyo claro, que goteaba en la cueva, y colocó la vasija en la parrilla.

“Te gustaría miel?”, dijo.

“Tienes miel?”, dije.

Ella sonrió en respuesta a mi pregunta.

“Ah, claro”, balbucée de nuevo.

En vez de avergonzarme más, miré alrededor de la pequeña cueva para orientarme y calmarme. Mis ojos no lo podían creer.

Ella había, en efecto, creado un hogar aquí, y parecía estar sola.

“Vives sola aquí?”, dije.

“Oh no!, No estoy sola, Vivo con la Naturaleza”, dijo ella.

Le eché un vistazo a su casa de Nuevo.

A la derecha vi lo que era algo así como su mendicidad.. Lucía viejo y usado.

“Si, veo que lo haces, Perdón por mi rudeza, Te he subestimado grandemente, Esperaba encontrarte herida, o peor, en gran peligro, En vez de eso, veo que has creado un amoroso hogar, Cómo hiciste todo esto?”

“Le pedí ayuda a la Gran Madre”. Dijo, como si supiera lo que quería decir.

“La Gran Madre?”, pregunté.

“Si, Elohim Alcyone a quien conocimos en el Corazón”, dijo.

“Pero, eso fue solo un sueño. Cómo pudiste saber sobre mi sueño?”

De hecho, estaba bastante sorprendido, porque “el sueño”, instantáneamente, retornó a mi memoria.

Ella eligió ignorar completamente mi pregunta y se volvió para crear una pequeña comida compuesta de alimentos que nunca había visto.

Ella tomó dos medias calabazas, a las que utilizaba como platos y me guió a una pequeña repisa.

En frente, en la cornisa, con una pequeña mesa, hecha de ramas entrelazadas, que sirvieron como una mesa.

Con un completo asombro, me senté donde me indicó, y silenciosamente observé, mientras ella puso los platos en la “mesa”, y fue a buscar el té.

“Me temo que sólo tengo una taza, Te importaría si la compartimos?”, me dijo.

Silenciosamente asentí con mi cabeza, asombrado, al ella servirme el té.

“Oh”, dijo, mientras caminaba hacia otra repisa, donde tenía un conteiner de metal pequeño.

Lo trajo y me ofreció diciendo...

“Te gustaría algo de miel?”

Nuevamente asentí, silenciosamente, al poner una pequeña cantidad del dulce líquido en el té humeante.

“Por favor, come”, dijo, y me ofreció mi plato.

“No quiero ser rudo”, dije, demasiado tarde, siendo ya incríblemente rudo, “pero cómo sabes que estas plantas no son venenosas?”.

“Ellas me lo dijeron”, Respondió simplemente.

“Uh, cómo te lo dijeron?”, pregunté.

“Simplemente las olí, y las puse en mi corazón, Si eran venenosas, sentía  miedo, si eran nutritivas, sentía amor”.

“ Pero no es eso peligroso?, Y si te equivocaras?”, insistí.

“Confío en mi misma, y confío en la Naturaleza”.

No dije nada más.

Compartí el té delicioso, y comí las sabrosas plantas.

Supuse que si ella confiaba en mi lo suficiente, para traerme a su hogar, podía confiar en ella, lo suficiente para comer su comida.

Confiar?

Ponderé el concepto, mientras traté de pensar en la última vez que había confiado en alguien.

El despertar de Mytria ocurrió antes de conocernos, mientras que mi despertar comenzó esa noche.

Cada cosa que había sido importante en mi vida parecía sin importancia, comparado con la simple paz que ella compartía conmigo, esa noche.

Fui guiado por la ambición, y no confié en nadie, en mi lucha por ser un líder y Protector, en nuestro nuevo mundo.

Interesante, muchos confiaban en mi, pero yo no confiaba en nadie.

Sin embargo, confiaba en ella.

Comí su posible comida envenenada, y bebí su té de una “hierba” desconocida, sin cuestionamiento.

De hecho, al sentarme en la pequeña cornisa, supe que mi vida había cambiado para siempre.

Nunca sería la misma persona de nuevo, lo que era una buena cosa. No había sido amigo de mi mismo, demasiado, últimamente.

Como si leyera mi mente, ella me miró a los ojos y dijo:

“Estuve al borde de la muerte cuando vine aquí. La Madre me ha sanado y me ha dado una vida maravillosa”.

Ella entonces tomó los platos, y nuestra única taza, y fue afuera a lavarlos.

No dije nada, y ni siquiera me ofrecí para ayudarla.

Había venido aquí para salvarla, pero aparentemente, fue ella quien me salvó a mí.


Yo, Mytra, volveré para continuar mi historia...



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