lunes, 27 de julio de 2015

Parte 10: EL NACIMIENTO









Suzanne Lie
South Bay, California, USA.
24 de junio, 2012.
http://suzanneliephd.blogspot.com







HABLA MYTRA:

Estaba muy feliz cuando Mytria estuvo de acuerdo en retornar a la Villa y tener nuestro bebé en el Templo.

Desde mi “Búsqueda de la Visión” había estado teniendo más visiones que podía contener pacíficamente.

Sabía que teníamos que retornar a la Villa por el bebé, pero también sabía que teníamos que retornar a la Villa porque algo estaba muy mal.

Hice una carreta plana para nuestros “suministros”, pero sabía que sería para Mytria.

Si caminaba demasiado lejos, tendría dolores nuevamente, por eso hice que fuera en la carreta que tiré por mí mismo.

Ella no estaba feliz de que yo cargara con todo, y la cargara a ella en la carreta también.

Sin embargo, cuando le recordé que ella estaba cargando la más preciosa carga, nuestra hija, ella entonces cesó de quejarse.

Cuando alcanzamos la loma cerca de nuestra Villa, vimos que mis peores miedos estaban correctos.

El Campo de Fuerza alrededor de la Villa estaba levantado, lo que significaba que nuestra posición podía ser descubierta, y estábamos bajo ataque.

Me di cuenta entonces que no estaría para el nacimiento de nuestra hija, ya que estaría demasiado ocupado protegiendo nuestro hogar.

Mytria y yo nos miramos con enorme remordimiento.

No fueron necesarias las palabras.

Ambos nos dimos cuenta de que estaríamos separados, y que el regreso a nuestro maravilloso hogar se pospondría indefinidamente.

Mytria estaba determinada a entrar en la Villa, y yo estuve de acuerdo.

Quería sentirla a mi lado, ya que no sabría cuando la encontraría de nuevo allí.

Justo antes de entrar en el Campo de Fuerza, Mytria, el bebé y yo, nos abrazamos durante un largo momento.

Nuestros corazones y mentes se volvieron UNO, y nos comprometimos los tres a estar siempre juntos en nuestra consciencia.

Una vez que ingresé el código, para el Campo de Fuerza, y caminamos a través de él, sabíamos que nuestras vidas serían alteradas para siempre.

La Villa estaba en completo caos con gente corriendo en forma desordenada.

El miedo en el aire era tangible.

Antes de que pudiésemos tomar la situación bajo control, los dolores de parto de Mytria comenzaron, y mi oficial Comandante apareció de la nada.

“Mytra, donde has estado?, No podíamos contactarte, y te necesitábamos para pilotar en la Misión, AHORA!”- me dijo.

“Debo llevar a mi compañera al Templo, ella está en los trabajos de parto, de nuestra niña”.

“No!, Debes venir ahora.”, dijo él, a la vez que le ordenaba a uno de los Protectores que llevara a Mytria al Templo.

“Ve, mi amor”. Dijo Mytria, valientemente, con lágrimas en sus ojos. “Estaremos bien. Nuestra hija está llegando ahora.”



HABLA MYTRIA:

Por supuesto, ambos, Mytra y Yo, sabíamos que algo terrible había sucedido en la Villa, pero elegimos no hablar sobre ello.

Hasta había querido saber si mis dolores habían sido una advertencia de alguna clase.

Sabía ahora que no habían sido dolores de parto.

Me pregunté si ellos eran un mensaje de nuestra hija.

Ambos, Mytra y Yo, sabíamos que ella sería muy especial, ya que la visitábamos a menudo, juntos, durante nuestros sueños.

Nos dijo que ella venía para preparar a nuestra gente para un evento único.

Sabíamos que ella estaba en lo cierto, ya que siempre vimos, al Elohim Alcyone con ella, en nuestros sueños.

No sabía si nosotros, nuestra hija y yo, veríamos alguna vez a Mytra.

Él era un guerrero, y estaba yendo a la batalla. Sabía eso.

De hecho, lo había sabido casi tan pronto como retornamos a nuestro hogar, luego de su Búsqueda de la Visión.

Quité eso de mi mente mil veces, pero siempre retornaba para recordarme acariciar cada momento de nuestro AHORA.

Hablé con la Madre muchas veces, egoístamente pidiéndole que nuestras vidas permanecieran en la manera en que estaban.

Ella siempre dijo, “Coraje, hija mia. Tú estás destinada a ser Sacerdotisa y tu hija tiene un gran destino”. Eso es lo que Ella dijo.

Llamé, una vez y otra vez, hasta que finalmente, cansada de mi debilidad, acepté que Ella estaba en lo cierto.

Fue entonces que comencé a vivir en el flujo del AHORA.

No entendía exactamente lo que sucedería, pero sabía que sucedería pronto.

Por eso, me determine a AMAR Incondicionalmente cada momento que compartíamos.

Una vez que me entregué a esta decisión, me di cuenta de que había perdido un precioso tiempo preocupándome, y determiné agradecer por cada momento que compartimos desde ese momento en adelante.

Pero los dolores comenzaron, y sabía que nuestra hija me estaba diciendo que, pronto, habíamos de dejar nuestro amado hogar.

Al ir llegando a las escaleras del Templo, me bajé de la carreta.

Tuve que subir las escaleras con mi cabeza en alto. Jador, el Protector, gentilmente me ayudó.

Tan pronto como me tocó, supe que él era uno de los que había conocido dentro del Corazón de la Madre.

Estaríamos todos juntos ahora, pero no estaba segura para qué propósito.

Al entrar por la puerta del Templo, vi otro miembro de nuestro grupo.

Su nombre era Sirena. Ella y Jador serían mis amigos más cercanos, durante nuestra inminente transformación.

“Hemos estado esperando por ustedes. Alycia, su hija, nos dijo que estaba lista para nacer”.

Ninguno de nosotros cuestionó esa información.

Instantáneamente confié en Sirena y me entregué a su cuidado.

Ella me introdujo en la Sala de Nacimiento.

Estaba hermosamente preparada con telas violetas, colgando alrededor, en las paredes.

Había velas, incienso y música suave. Lo más importante, la sala, estaba llena de amor.

“Hemos preparado ésta sala con las especificaciones de Alycia. Ella fue muy específica. Todos aquí nos sentimos honrados de estar entre los que la asistiremos en su nacimiento”.

Sirena no dijo nada más.

Me recostó sobre una silla de nacimiento, y comenzó a limpiar mi cuerpo con una mezcla de hierbas y agua.

Peinó mi cabello, y lo quitó de mi cara.

Sacó mi ropa vieja y me vistió con una ropa tan liviana como el aire.

Este procedimiento me puso instantáneamente en un trance profundo en el cual tuve la experiencia más asombrosa, la cual trataré de explicar.

Al caer en un profundo trance, me encontré nuevamente en el Corazón de la Madre.

Enfrente a mi estaba el Elohim Alcyone.

“He creado una forma, de manera que pueda participar mejor, en la ascensión de tu gente”. Ella habló directamente en mi corazón.

“Debido a que tú y Mytra, quien es tu Complemento Divino, fueron capaces, ambos, de pasar sus Iniciaciones, sus frecuencias combinadas eran lo suficientemente elevadas para mí, para implantar la semilla de mi forma, dentro de tu cuerpo.

Por supuesto, Mytra fue vital para esta implantación.

Fue el profundo amor viviente en su fluído que permitió que la semilla germinara.

Más aún, debido a que los dos estaban tan unidos a mi tierra, fui capaz de proteger a la que crecía en tu cuerpo.

Ahora, Estoy aquí de nuevo para asistirte con el nacimiento”.

Todo lo que puedo recordar es que sentí una lenta y gradual liberación de lo que había protegido tenazmente a través de mi entero embarazo.

Alrededor de mi, el color violeta, en ambas, mi visión interna y externa, creando una profunda calma, y los sonidos, aromas, y velas titilantes, me permitieron permanecer en completa entrega.

Repentinamente, la liberación fue completa, pero mi viaje continuaba, pero ahora con Alycia.

Juntas, como una esencia, encontramos a Mytra, al elevarnos los tres hacia una realidad en la cual había total paz, amor incondicional, y luz multidimensional.

Al prever ese mundo, vimos que era muy familiar.

Si, era el mismo mundo por el que ahora estábamos peleando por mantener.

Sin embargo, no había peleas aquí, ni miedo, ni guerra, y no había separación.

Todos teníamos un Corazón-Esencia, que fluía visiblemente, con el Corazón-Esencia de cada uno y de cada cosa.

De hecho, no había “cosas”, ya que cada forma portaba en sí misma la chispa de vida y la firma de frecuencia.

Al unirnos en una unidad estrecha, los tres, flotamos a través de ese mundo, que sabíamos que era una posible realidad.

También, recordamos que habíamos dado nuestro voto de fundamentar esa realidad en el cuerpo de nuestro nuevo planeta hogar.

De hecho, todos los que nos habíamos encontrado en el Corazón de la Madre habíamos hecho ese voto, antes de nacer.

Ahora, éramos llamados a recordar todo lo que habíamos prometido hacer.

Mytra y Yo nos dimos cuenta de que nuestras Misiones serían en formas separadas, pero nunca en nuestros corazones.

Tenía que proteger y asistir en la crianza de Alycia, quien también sería criada por los Sacerdotes y Sacerdotisas de nuestro Templo.

El tiempo se movería muy rápido ahora, y la Madre Alcyone necesitaría nuestra asistencia, como nosotros la de Ella.

Mi Amado Mytra, podría o no podría retornar, en la forma en la cual lo había conocido.

Sin embargo, pronto, no estaríamos más limitados por esas formas, de tal manera que cualquier pérdida sería temporaria.

Traté de recordar ese hecho, durante las largas y oscuras noches, en mi cama vacía.

Afortunadamente, volví de mi visión, para encontrar a Alycia en mis brazos.

Cómo puedo describir la agonía, de perder mi Complemento Divino, y el éxtasis del nacimiento de una niña, de nuestro gran amor, el mismo día?

Afortunadamente, eran las intensas oposiciones de esas dos emociones, de profundo duelo y de abundante regocijo, que me forzaron a encontrar un lugar donde vivir, en medio de esos dos extremos.

Con cada respiración, sostenía a Mytra en mi corazón, y lo protegí con cada pensamiento.

Muchos de nuestros sistemas de comunicación estaban dañados o restringidos.

Por lo tanto, no fui capaz de escuchar ni una palabra de él, por lo que sería, para ustedes, años.

Eran solo nuestros encuentros en sueños, y la bendición, del crecimiento de Alycia, que me mantenían.

Sabía que la contribución de Mytra a la ascensión de nuestra gente así como de la realidad en la que vivíamos, era enorme.

Estaba extremadamente orgullosa por él, pero lo extrañaba constantemente.

En realidad, extrañaba a NOSOTROS!






+++




No hay comentarios:

Publicar un comentario