lunes, 27 de julio de 2015

Parte 11: MENTE SOBRE LA MATERIA









Suzanne Lie
South Bay, California, USA.
25 de junio, 2012.
http://suzanneliephd.blogspot.com






HABLA MYTRA:

Cuando tuve que elegir entre mi familia y mi deber, la respuesta fue simple. Elegí mi familia.

Sin embargo, Mytria me instó en ir, a cumplir mi deber, a ayudar en hacer nuestro mundo seguro para nuestra hija.

En el momento que hice una pausa para tomar mi decisión, fui barrido, y así mi familia. Estaba desolado.

Cómo podía haber dejado que eso sucediera?

Por qué la había hecho volver a ella a la Villa?

Por qué no desobedecí a mi Comandante y corrí hacia mi familia?

Estas preguntas me persiguieron y destruyeron mi habilidad de concentrarme. Me metí en importantes misiones y no podía enfocarme.

No tenía nada que darles a los Protectores, a mi familia o a mí mismo. Sí, yo mismo, tenía que encontrarme a mí mismo.






Sin embargo, no había tiempo de hacer eso. Estábamos bajo ataque. Nuestras comunicaciones de largo alcance estaban cortadas, muchas de nuestras Naves habían sido destruídas, antes, de siquiera haber alcanzado la atmósfera, y el Campo de Energía alrededor de la villa se debilitaba más cada día.

Necesitábamos refuerzos. Necesitábamos a los Arcturianos para que nos asistieran.

Todavía teníamos nuestras rápidas Naves Exploradoras, y yo soy uno de los mejores pilotos.

Antes de tener una chance de pensar, me paré al frente como voluntario. Fue como si alguien más hubiese tomado la decisión, pero una vez tomada, tenía que cumplirla.

Un momento atrás estaba consternado sobre mis amados y ahora iba de buena gana a mi muerte.

En qué estaba pensando?

Realmente, quién estaba pensando?

No era mi ego conflictivo. Por lo tanto, esperaba que fuese YO, el que había encontrado, en mi Búsqueda de la Visión.

Supongo ésto, que era esa versión de mí que activó mi decisión, porque tan pronto como fue hecha, todo cambió.

Antes de que lo supiera, yo y otros tres, estábamos volando nuestra Nave a través de un pequeño sector del espacio no vigilado, que habíamos encontrado.

Lo hicimos sólo para ser recibidos por una nave caza, que nos alcanzó con el fuego de sus armas.

De alguna forma la evadimos, lo suficiente, para que una de nuestras Naves la derribara.

Sin embargo, estábamos muertos en el espacio. Todos nuestros controles no funcionaban, y el soporte vital era mínimo.

Ese enfrentamiento había disminuido nuestra tripulación, de cuatro a tres.

Estábamos seguros por un rato, pero con certeza, seríamos encontrados, por alguna Nave enemiga, en cualquier momento.

Qué podíamos hacer?

Fue entonces que me volví el YO, el que había visto en la Búsqueda de mi Visión.

Si podía hablar con las rocas, el polvo, el cielo y la Madre, por qué no podía también hablar con la Nave?

Todas nuestras Naves tenían implantadas elementos biológicos.

Quizás... podría conectarme con cualquier forma de vida que permaneciera en aquellos paquetes gelatinosos?

Sentí la adrenalina circulando en mi cuerpo y supe que debía encontrar mi Corazón.

Pensé en mi primer encuentro con Mytria, en el Corazón de Alcyone, y usé ese recuerdo para encontrar mi propio Corazón.

De hecho, finalmente, recordé el mensaje que me habían dado los Arcturianos.

Decía, que si miraba dentro de mi Alma, “PODRÍA HACERLO!” y aún no tenía idea de lo que eso significaba.

De repente, estaba flotando con Mytria, y nuestra hija, recién nacida, a través de una realidad potencial, de completa seguridad, total amor, y absoluta unidad.

Sentí mi esencia mezclarse con cada persona, planta, ánima, y cosa, dentro de éste mundo.

Escuché una parte de mi diciendo: “ Para de soñar despierto, y vuelve al trabajo”, pero otra parte de mi, la parte que flotaba, estaba diciendo, “Presta atención a éste mensaje”.

Si, esa visión, o realidad, era un mensaje.

Se me estaba mostrando cómo mezclarme con toda la vida, justo como lo había hecho, cuando encontré mi camino, fuera del risco.

Por lo tanto, en vez de juzgar mi visión/experiencia, me entregué totalmente a ella.

Me sumergí con cada persona que encontré en esa realidad.

Me sumergí con cada planta, cada animal, y finalmente cada “cosa”.

Fue cuando me mezclé totalmente con cada roca, que aparecía delante de mí, cuando escuché los motores de la Nave encenderse.

Fuera de mi imagen interior, escuché a mis compañeros gritándome, para que abriese mis ojos y los ayudara.

Sin embargo, elegí atender el soporte amoroso de mi familia, que me estaba asistiéndo, para mezclarme con cada componente, de esa realidad potencial.

Dejé ir cada percepción externa, y dirigí mi atención al movimiento de esa “roca”.

Lentamente, la roca se elevó del suelo y comenzó a moverse a través del aire.

Simultáneamente, nuestra Nave, lentamente, comenzó a moverse.

Permanecí dentro de esa realidad interior, al saber que los otros podría guiar la Nave.

Era mi tarea hacer que se moviera.

La roca de mi imagen flotaba delante de mí, como si estuviera esperando instrucciones.

Enfoqué toda mi atención en una cercana Nave Arcturiana, y dirigí esas coordenadas a la roca, en mi imagen.

Lentamente, la roca giró, y comenzó a moverse.

Mis ojos estaban cerrados, y no me atreví a abrirlos.

Por lo tanto, debía confiar que la Nave se estaba moviendo, en la dirección correcta.

Entonces vi muchas otras rocas moviéndose hacia mi roca, y asumí que nuestro enemigo nos habían encontrado.

No podía ser distraído, por una batalla, de manera que hice a mi roca invisible, a las otras rocas, y la dirigí, para que se moviera, más allá de la velocidad de la luz.





Instantáneamente, mi roca estaba libre de las otras rocas.

La roca se estaba moviendo, más rápido de lo que podía dirigirla.

Si la perdía de vista en mi imagen, cómo podría controlarla?

“Déjala ir!“, escuché un voz interior.

No sabía qué se suponía que debía dejar ir, de manera que dejé ir todo .

Desperté, al ponerme en la silla del Capitán, mis dos compañeros de tripulación.

“Lo hiciste”, dijeron ellos, al unísono.

“Qué hice?” dije, todavía queriendo saber, si me entera experiencia, había sido o no, mi imaginación.

“Piloteaste la Nave con tu mente”!

Todo lo que pude decir fue, “Pueden tomar el relevo aquí? Creo que me voy a desmayar de nuevo”.

A la distancia, escuché, “Si, Señor”, al retornar a mi visión.

Esta vez mi foco estaba en mi familia, y en el Elohim Alcyone, quién estaba con ellos.

Fue Ella quien me habló.

“Nuestro Amado Mytra, estamos muy complacidos con tu forma de recordar, tu habilidad innata. Recuerdas cómo aprendiste, por primera vez, esa facilidad, en la sexta dimensión de Arcturus?”.

“Si, pienso que si”, repliqué. “Pero pensé que era Pleyadiano?”.

“Nuestro Amado Ascendente, tú eres muchos seres dentro de UNO. Has elegido tomar la forma de los que están dentro de ésta valiente gente. Ellos estaban cansados de pelear, y buscan paz y amor, para retornar a las altas frecuencias del SER.”

“El único camino para asegurar que ellos permanecieran a salvo, es que sus cuerpos ascendieran, y su entera realidad, a la quinta dimensión. De esa forma, vivirán más allá de la percepción de sus enemigos. Tu, Mytria, y tu, hija Alycia, se han dedicado a esa transición. De hecho, cada uno de los que conocieron en el Corazón de la Madre han dedicado sus vidas a ese proceso de ascensión.”

Al hablar el grandioso Elohim, miríadas de memorias, imágenes, pensamientos y emociones llenaron mi conciencia, y sorpresivamente, fui capaz de entender simultáneamente todas ellas.

“Moví realmente la Nave?”, tenía que preguntar.

“Nosotros, los que somos, la energía del UNO, movimos la Nave”.

Entendí eso. Cuando estaba en esa realidad del UNO, pude ser el catalizador de todo. Fue el grandioso amor de mi familia que me llevó a esa realidad, y fue, el gran amor por ellos, que me dio el coraje de liberar cualquier atisbo de miedo de mi conciencia.

“Estás en lo cierto”, dijo el Elohim en respuesta a mis pensamientos.

“Si, escuchamos tus pensamientos, aún antes de que se expresaran en palabras. Tus pensamientos, como has visto, tienen gran poder. Es por eso que tenías que pasar tu Iniciación. Solo el amor incondicional podía sostenerte, en esa frecuencia de la realidad. Más aún, esos mal intencionados, no pudieron, siquiera, percibirte, mucho menos entrar, o herir ese mundo”.

Con la seguridad de esas palabras finales, retorné a la realidad de mi Nave.

Fui instantáneamente aliviado, por la visión, de la Nave Arcturiana.

Tuve que estudiar a bordo de esa Nave, por muchos años, cómo aprender a adaptar todas nuestras Naves, para viajar, con el poder del pesamiento.

La parte más difícil de la asignación fue, qu nadie podía saber de mi misión secreta.

Afortunadamente, podía encontrarme con Mytria y Alycia en nuestra realidad pentadimensional, pero ese era el único contacto que podíamos tener.

Los Arcturianos enviaron refuerzos para asistir a nuestra Villa y las áreas cercanas.

No obstante, todos sabíamos que la expansión de la resonancia de nuestra sociedad, en la quinta dimensión, era nuestra única esperanza de paz, a largo plazo.







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