lunes, 27 de julio de 2015

Parte 13: LA PERCEPCIÓN DE LA PERFECCIÓN








Suzanne Lie
South Bay, California, USA.
http://suzanneliephd.blogspot.com







Una vez que me centré, en vivir en el AHORA, mi consciencia comenzó a alterarse completamente.

Estaba consciente que no había intentado entrar en el Portal, en la Roca Sagrada, pero tenía cierta preocupación sobre eso.

Sabía que cuando fuese el AHORA, para abrir el Portal, lo haría sin pensarlo. Estaba consciente que estaba en el proceso de expandir mi resonancia.

Cuando entré en el Portal antes, fue abierto para mí, y literalmente caí a través de él.

Supe, instintivamente, que abrir el portal por mí misma, sería una cuestión diferente.

Al expandirse mi consciencia, me volví incrementadamente consciente de la Tierra, y de mi propio Espíritu.

Al volverme más consciente, de mi propio Espíritu, me volví consciente del Espíritu de la Tierra.

Entonces, antes de que lo supiera, estaba en Unidad de Conciencia con cada roca, planta, animal, pájaro, el cielo y el clima.

Cuando desperté, supe exactamente, qué vestir, y exactamente, cuáles tareas serían mejor, de acuerdo al clima.

Nuestro clima se había vuelto bastante errático, en los últimos diez años, desde que supimos que era el tiempo para nosotros, de Ascender.

Ahora que me había vuelto UNO con la tierra y el cielo, podía entender por qué.

Al volverme más y más conectada con mi entorno, pude ver cómo cada uno de mis pensamientos y emociones lo influenciaban.

Por ejemplo, un día desperté viendo un cielo claro.

Por alguna razón pensé, “Oh, que hermoso, espero que no llueva hoy”

Instantáneamente, el cielo comenzaba a nublarse.

Para estar segura de que no había creado las nubes decía, de una manera muy amorosa, “Gracias, por tu hermoso día de cielo claro”.

Instantáneamente, las nubes desaparecían y el día entero era soleado y claro.

Yo era tan solo una persona, pero había expandido mi consciencia para sostener el poder de muchos.

Entonces, entendí por qué el clima alrededor de la Villa se había vuelto tan errático.

Mucha de la gente, allí, estaba feliz y excitada, con la posibilidad de su Ascensión.

Sin embargo, al mismo tiempo, se volvieron temerosos de no ser capaces de Ascender.

Esta inseguridad colectiva, sobre su destino, le dio al "Deva" del Clima, y a sus incontables Elementales, mensajes confusos.

Había aprendido, en el Templo, que hay cuatro seres, sintientes, dimensionales, que sirven para traer, los pensamientos y emociones, de los Guardianes Planetarios a la realidad.

En nuestro caso, los Guardianes Planetarios eran humanoides, pero, en otros mundos, los Guardianes Planetarios eran de otras especies.

Eran, los pensamientos y emociones, el campo de energía de los Guardianes, que dirigían los Elementales, y sus Expresiones Superiores, "los Devas", para traer a la manifestación el campo de energía de los Guardianes.

Había aprendido, durante mi tiempo en la Tierra, que la forma de Ascender, a la cuarta y/o quinta densidades, necesitábamos aprender la maestría, de nuestro campo de energía.

Nuestra gente había vivido luchando, y en batallas, por tanto tiempo, que era difícil para ellos liberar el sentido de victimización, y la falta de poder, que venía con ese estado de la mente.

Sabía que había luchado, grandemente, con mis sentimientos de ser víctima, en la pérdida de mi amado Mytra.

Afortunadamente, ahora que había vuelto a la Madre, estaba comenzando a entender, exactamente, por qué nuestra separación, era necesaria, que ocurriese.

Necesitábamos estar aparte, de tal manera, que estuviéramos completamente enfocados, en la transmutación de nuestra consciencia.

Pero, debía esperar hasta que Alycia fuese, lo suficientemente grande, para ser cuidada por nuestros amigos del Templo, antes de que yo, también, pudiera ir, por mi propia cuenta.

Me di cuenta que había muchas mujeres en la Villa que no podían dejar sus niños, e irse, como yo lo había hecho.

Sin embargo, cada uno de nosotros tenía destinos diferentes, y algunos de esos hombres y mujeres tenían el destino de guiar y proteger a los niños.

Más aún, los niños que habían nacido, desde que empezó el Proceso de nuestra Ascensión, eran mucho más evolucionados que sus padres.

Este era el caso de Alycia.

Conmigo misma, para pensar y cuidar, era capaz de escalar, grandemente, en la expansión de mi consciencia.

Fue, cuando me di cuenta, cómo mi campo de energía afectaba el clima, que supe que estaba lista para abrir el Portal.

No obstante, tenía que esperar pacientemente, finalmente estaba aprendiendo la paciencia, hasta el AHORA, en el cual me encontraría parada, delante de la Roca Sagrada.

Durante ese intermedio, pasé por mi vida diaria, monitoreé cada pensamiento y emoción, de manera de permanecer en el AHORA, del UNO, en Unidad con Toda la Vida.

Durante cada día que pasaba, llegaba a un mayor entendimiento, de por qué cada cosa, que me había pasado, era un componente del Total de mi Misión.

Recordé la conexión que tenía con la Madre, antes de ser yo misma Madre, y entendí cómo podía sumergirme más, profundamente, con la Gran Madre, debido a esa experiencia.

También pude ver, cómo ser Padre, había asistido a Mytra, de la misma manera.

Empezaba a darme cuenta, de que TODO es Perfecto, en el UNO.

Son sólo las reacciones temerosas, de nuestra naturaleza inferior, que nos niegan la percepción de la perfección.

La Roca Sagrada había empezado a llamarme.

Mi consciencia expandida, me había enseñado, que la paciencia era la llave para balancear mi campo de energía.

Cuando caía en un deseo, era sacada del AHORA, hacia el “tiempo” en el cual era carente, y necesitaba más.

Mientras que en el AHORA, no había carencia, porque estaba en el Flujo de Manifestación Divina, de cada una de mis necesidades.

De hecho, muchas de esas manifestaciones, ocurrieron aún, antes de que mi cerebro fuese consciente, de que eran necesarias.

Con éste entendimiento, me volví consciente de la Esencia de mi Espíritu, que era una expresión de mi Ser, en una frecuencia superior de la realidad.

Una “frecuencia superior de la realidad” era un nuevo concepto para mí.

En el Templo, aprendimos sobre los Espíritus Guías y Ángeles, pero nadie había considerado que estos Seres pudieran ser, expresiones superiores de nuestra forma humanoide.

Al comienzo, fue bastante difícil para mí, romper las tradiciones, en las cuales había sido criada, y las cuales había aprendido, en mis enseñanzas espirituales.

No obstante, mientras estaba en el AHORA, todas las dudas eran imposibles.

Con esto, quería significar, que al segundo, que permitía una duda, entrar en mi consciencia, me salía del AHORA, hacia mi consciencia mundana.

Esta experiencia era como caer desde lo alto, desde un risco cálido, hacia el estanque frío y musgoso.

Después de las primeras “caídas”, en realidad fueron muchas, fue para darme cuenta, que las dudas, eran la razón de mi declinación inmediata, hacia la antigua forma de vida.

Cuando tenía las caídas, usualmente me ponía enojada, deprimida, y ansiosa, y duraba semanas.

Entonces, gradualmente, aprendí a perdonarme, por mi flaqueza de Espíritu, el cual era en realidad, una expresión superior de mi SER.

Eventualmente, me daba cuenta, que la mayoría de mi hábito de dudar era, porque estaba temerosa, de que mi felicidad era “demasiado buena para ser verdad”.

Ese hábito provenía, de los remanentes de sentirme víctima.

Después de todo, una víctima es un mártir que nunca puede ser sanado.

Había pasado ya, demasiados años de mi vida, sufriendo de esa manera, y estaba lista para cambiar mi mente, de tal manera, para cambiar mis hábitos.

Al recordar perdonarme, a mí misma, por salirme de mi consciencia expandida, podía permanecer en ese estado de mente, por mucho más tiempo.

Ahora, era la fatiga, la que me causaba salirme de mi estado superior de conciencia.

Por lo tanto, aprendí a mantener las necesidades de mi cuerpo físico.

Necesitaba alimentarlo? Necesitaba descansar?

Descubrí que, si estaba hambrienta o cansada, era mucho más difícil ser un Master de mi energía.

Finalmente, el día llegó, cuando supe que era el AHORA, para abrir el Portal...





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