lunes, 27 de julio de 2015

Parte 16: la Cámara de Restauración








Suzanne Lie
South Bay, California, USA.
26 de agosto, 2012.
http://suzanneliephd.blogspot.com






HABLA MYTRA:

Cuando llegué por primera vez a la Nave Estelar Arcturiana, después de “accidentalmente” navegar mi nave exploradora con mi mente, nuestra sociedad, en las Pléyades, estaba en el mismo estado de ascensión que la sociedad de la Tierra, en la actualidad.

Sin embargo, cuando llegué, todo lo que podía hacer era decirles a los Arcturianos que nuestro planeta estaba bajo ataque.

Después de eso, fui llevado a la Cámara de Restauración.

Me gustaría comenzar éste mensaje contándoles mi experiencia dentro de la Cámara.

Tan pronto como estaba en la silla, y la puerta fue cerrada, fui rodeado por una total oscuridad.

Al comienzo, estaba un poco desconcertado por la oscuridad, pero lentamente una luz interna comenzó a despertar dentro de mí.

Nunca había tenido la experiencia de percibir esa luz antes.

Parecía venir desde la cima de mi cabeza.

La Luz comenzó a moverse a través de mi cerebro, como si estuviese buscando algo.

Después de un período desconocido de tiempo, la fuente de luz, pareció asentarse en el mismo centro de mi cerebro.

Desde allí proyectaba un rayo hacia mi frente, en el punto en que la pasaba.

Cuando desperté, podía ver en la oscuridad.

Supe que la habitación estaba aún oscura, porque estaba viendo a través de una frecuencia superior de visión.

Podía pasear, dentro y fuera de lo que veía, sin mover mi cabeza, en ningún sentido.

También me di cuenta de que podía ver hacia el otro lado, e incluso detrás de mí, sin mover la cabeza.

Lo que me doy cuenta, ahora, es que estaba viendo a través de mi Tercer Ojo.

Una vez que había tenido el chance de “jugar” con mi nueva visión, comencé a sentir una inmensa quemazón, justo encima de mi corazón.

La sensación de quemazón era tan intensa que estaba paralizado por el dolor.

Si movía mi cuerpo en cualquier forma, el dolor se acrecentaba.

Por otro lado, si me relajaba totalmente, me calmaba, respiraba lentamente, el dolor disminuía.

Por eso, permanecí totalmente quieto por un tiempo desconocido.

Pienso que caí dormido, pero no era la misma sensación que ántes, cuando dormí.

De cualquier manera, cuando regresé, a un estado despierto, el dolor había desaparecido, y me sentí increíblemente lleno, con amor.

Mi esposa, e hija, vinieron a mis pensamientos, e inmediatamente vi una imagen de ellas en mi mente.

Más tarde, mucho más tarde, aprendí que en realidad las había visto.

Me enfoqué en nuestra villa, con mi mente, para ver si podía ver algo, pero todo lo que pude recibir fue una intensa fatiga y una sensación de vaguedad.

Luego aprendí, que buscar con amor, era una tarea más sencilla, que buscar miedo y violencia.

También aprendí, que la razón de ésta discrepancia, era aprender a seguir la sensación de amor, durante mis viajes interdimensionales.

Por supuesto, en aquel momento, no tenía idea, qué gloria, mi futuro podría sostener.

Mis reflexiones fueron interrumpidas por la apertura de la puerta, de la Cámara, la cual se abrió casi por su cuenta.

Luego aprendí que, cuando uno está en la silla, y resuena a una cierta frecuencia, la puerta automáticamente se abre.

Al pararme lentamente de la silla, sentí una sensación completa, única, cursando a través de mi cuerpo.

No tenía idea qué era esa sensación, pero era bastante dichosa.

Más tarde aprendí que mi cuerpo entero había sido recalibrado, a la frecuencia pentadimensional, de resonancia.

No obstante, podía sólo mantener mi regalo, de una resonancia superior, que me había sido dado por los Arcturianos, aprendiendo a ser el Maestro de TODOS mis pensamientos y emociones.

Esta Maestría no era una tarea sencilla, pero la logré, porque la recompensa era demasiado inmensa.

Una vez que encontré cómo equilibrar mis nuevas piernas, lentamente caminé a través de la puerta, fuera de la Cámara.

Y luego entré en un corredor silencioso.

El piso se sentía más como una nube que como suelo, pero no estaba seguro si era el suelo o mi nuevo cuerpo.

Luego encontré que eran ambos.

El corredor estaba vacío, pero sentí los pensamientos de mi tripulación, como si ellos estuviesen allí conmigo.

Los pensamientos de tanta gente, girando alrededor de mi mente, me dieron dolor de cabeza, y una sensación de náusea.

Puse mi mano a un lado para asirme a la pared, buscando estabilidad, y fui instantáneamente sobrecogido por la información, de TODOS los procesos de la Nave.

Afortunadamente, escuché una instrucción emanando desde mi corazón, lo cual fue otra novel experiencia, que me instruía a cerrar mis ojos, e ir profundo, dentro de mi Centro.

No estaba seguro de lo que significaba “ir hacia mi Centro”, pero imaginé que eso significaba, encontrar mi propio Centro.

Cuando me enfoqué en el Centro de mi Ser, pude encontrar un lugar de paz, e incluso, silencioso.

Dentro de esa quietud, me di cuenta, de que estaba escuchando esas voces desde dentro de mi ser, en vez, de a través de mis oídos físicos.

Encontré mi centro, nuevamente, de manera de que pude equilibrar mi cuerpo, lo suficiente, como para hacerlo por mi cuenta.

Y luego, gradualmente, abrí mis ojos, y vi el rostro sonriente de un Arcturiano.

“Muy bien”, dijo. ( los Arcturianos son andrógenos, incluso cuando están vistiendo una forma).

“Sígueme”, dijo, al mostrarme el camino.

Podía decirse que estaba aún desorientado, y mantuve un paso lento.

Al comienzo, no vi mucho de la Nave, ya que tenía que mantener mis ojos enfocados en el Arcturiano, para evitar más mareos.

Sin embargo, al continuar caminando, me volví más estable en mis nuevos pies.

Tenía un millón de preguntas que hacer, pero supe que tenía que respetar sus medios de enseñarme.

El Arcturiano me llevo a una Sala de Interrogación, donde les dije todo lo que había sucedido en mi planeta, así como cada cosa que me sucedió en mi Nave.

Después de mi reunión, fui llevado a mis aposentos, se me mostró cómo operar el replicador, para hacerme algo de comida, y se me alentó a relajarme, y a dormir un poco.

Hice todo eso que me fue pedido, excepto dormir.

Daba vueltas, y no podía parar de pensar, lo suficiente, como para entregarme a dormir.

Tenía tantas preguntas.

Por qué me habían dejado allí solo?

Qué iba a suceder luego?

Cómo estaba Mytria y mi niña pequeña?

Cómo estaba mi planeta?

Los Arcturianos los salvaron? Y así sucesivamente, y sucesivamente...


Finalmente mi puerta sonó, e invité a un Ser desconocido a entrar.

Digo “Ser”, porque mis comunicaciones espontáneas, revelaron, que había Seres de toda la Galaxia entera, a bordo de la Nave.

Afortunadamente, cuando la puerta se abrió, fue un Arcturiano el que entró.

Había tenido suficientes sorpresas para rato.

Con una leve sonrisa, el Arcturiano dijo, “Cómo te va con el dominio de tus pensamientos?”...




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